Zerintia Technologies, junto a Vodafone y a la Fundación Universitaria del Bages, ponen en marcha un proyecto conjunto para ayudar a que mayores y enfermos crónicos con síntomas de COVID-19 de la zona de Cataluña Central, puedan ser atendidos por un servicio médico en remoto.
Esta zona, cuenta con una gran dispersión geográfica y con un índice de envejecimiento más elevado que la media española, por lo que es una de las más necesitadas de ayuda en la actual situación de emergencia sanitaria.
Mediante las aplicaciones de telemedicina desarrolladas por Zerintia Technologies, y la conectividad aportada por Vodafone, que ha dotado de tarjetas SIM de datos a los enfermos confinados y los servicios de “Data-center”, enfermos y personal médico podrán volver a estar conectados, atendiendo alertas o realizando las visitas programadas como si de visitas presenciales se tratase.
La Fundación Universitaria del Bages, que en este proyecto colabora estrechamente con la University of Newcastle (Australia), aporta toda su experiencia de años como referente en el sector de la docencia universitaria en salud y la capilaridad que posee en el ecosistema sanitario de Cataluña Central, coordinando los principales centros asistenciales del territorio (Fundación Althaia, Sant Andreu Salut y EBA Centelles) y encargándose de la distribución de las tabletas a todos aquellos pacientes susceptibles de necesitar esta solución.
La solución, también será útil para aquellos facultativos que estando en cuarentena no pueden salir de sus domicilios, pero están en perfecto estado de salud para seguir aportando su conocimiento en remoto y luchando contra la pandemia. Gracias a este proyecto, volverán a formar parte del equipo médico operativo, descargando al sistema sanitario, dando soporte y asistencia al colectivo de pacientes desplazados y enfermos crónicos desde su confinamiento forzoso.
Esta solución no tendrá ánimo de lucro durante el tiempo que dure la crisis originada por la pandemia, y todos los participantes ponemos a disposición de profesionales e instituciones que lo requieran toda nuestra experiencia para replicar esta solución en cualquier lugar donde sea necesaria.
La telemedicina, supone una oportunidad de mantener la atención médica en el momento actual de confinamiento y miedo al contagio. En Shanghái, el Hospital Central Xuhui, que desde 2015 está experimentando con la telemedicina, recibió en febrero una licencia especial del gobierno chino para ampliar su alcance. En pocas semanas, las consultas por internet pasaron de casi cero a más de 5000 la primera semana de marzo.
«Para la medicina, se trata de un cambio a largo plazo», advierte Zhu Jian, un alto funcionario de la institución, y añade «La mayoría de las consultas en línea no están relacionadas con el coronavirus».
Desde la pediatría hasta la cardiología, pasando por la dermatología, decenas de médicos se turnan en cabinas equipadas con computadoras.
Las ventajas son numerosas: menor presión para el personal sanitario y mayor eficacia, sin contar los tiempos de espera reducidos para los pacientes que ya no están obligados a desplazarse físicamente para consultar.
Una vez mas la búsqueda de respuestas ante la crisis abre nuevas oportunidades.
