digitalización de la Industria del automóvil

Retos y Oportunidades en la digitalización de la Industria del automóvil

La industria del automóvil se enfrenta a grandes retos en los tiempos que corren.

No sólo por la fuerte irrupción del coche eléctrico que obliga a la industria a encarar un fuerte cambio tecnológico en el diseño y fabricación, sino, más profundamente en la consideración del vehículo conectado en su más amplio sentido y en el cambio social que supone para la movilidad.

El coche actual está evolucionando, desde el concepto, diseño y fabricación, hasta la venta y comercialización. Las nuevas opciones de movilidad, entendida como servicio, los coches eléctricos y la hiperconectividad van de la mano cuando pensamos en movilidad sostenible y ponen en tela de juicio los estándares tradicionales.

La industria está haciendo un gran esfuerzo en innovación para adecuarse a la demanda de movilidad sostenible y reinventando todos sus procesos para seguir siendo una industria rentable y vanguardista. Los fabricantes, están apostando claramente por la movilidad sostenible, no sólo en su producto final, sino también en sus procesos de fabricación y venta.

Aun cuando se pensaba que se habían alcanzado niveles de productividad excelentes, las nuevas tecnologías, como el IoT, AR y Wearables, han permitido dar una vuelta de tuerca más en los métodos productivos de la industria del automóvil, mejorando de forma clara la eficiencia y destinando recursos a la innovación y a la sostenibilidad.

La transformación digital de la industria es una gran oportunidad de avanzar, gracias a la puesta en valor de la información de los equipos y dispositivos, para cambiar la forma de trabajo, integrando el mundo físico, digital y las personas.

Un primer paso en la transformación digital es la digitalización de los procesos, que facilita el seguimiento en tiempo real, permite aprender de lo que está sucediendo, alimentar de nuevo el proceso y ajustarlo en consecuencia, sin pérdida de eficiencia. En un ciclo vivo de mejora continua.

La involucración de las personas que participan o dirigen esos procesos es imprescindible, de forma que el empleado conectado se convierte en la pieza clave en la gestión de las fábricas inteligentes. Personas y tecnologías conectadas dando lugar a lo que se conoce como Smart Factory o Fábrica inteligente.

La Realidad Aumentada y el Internet de las cosas son las herramientas para diseñar procesos digitales asociados a un puesto de trabajo, a una maquina específica o a un proyecto.

En la industria del automóvil son muchos los fabricantes que han incorporado instrucciones digitales a sus procesos. El empleado visualiza los pasos a realizar en cada momento, valida las instrucciones clave para continuar adelante o consulta la documentación soporte que requiere. En ocasiones, los procesos digitales incorporan validaciones de seguridad para asegurar que se cumplen los requerimientos de seguridad y salud de cada puesto. La información, se pone al servicio de las personas para mejorar la eficiencia.

Desde el punto de vista de la gestión, la digitalización de operaciones y procesos permite coordinar el trabajo de varias personas, asegurando la secuencialidad necesaria, incluso cuando se encuentran en puestos en distintas localizaciones. Aumenta la flexibilidad en caso de incorporación o supresión de alguna nueva instrucción y permite el seguimiento en vivo del punto exacto en el que se encuentra cada proceso desde un panel de mando.

Es un gran salto para la industria, pues la digitalización de operaciones mediante instrucciones digitales reduce el número de errores, favorece la formación, agiliza la ejecución de cada proceso, estandariza las formas de trabajo entre varias líneas o incluso plantas de fabricación y mejora la seguridad de los trabajadores.

Toda la información generada en la fábrica inteligente es perfectamente trazable y permite analizar los datos y hacer seguimiento de los mismos.

El aprendizaje de los procesos, mediante el análisis de los datos históricos, permite poner en marcha acciones que se desencadenen en base a eventos simples o complejos, por ejemplo: Automatizar la respuesta de la fábrica inteligente ante una parada por avería de un máquina, lo que desencadenará el aviso al operario de mantenimiento que se encuentre en el puesto más cercano al punto de avería, disminución en el abastecimiento de materias primas, desvío de componentes a otra línea o puesto de trabajo…

Es decir, cualquier evento o conjunto de ellos desencadena una serie de acciones que minimizan el impacto del mismo y agilizan la respuesta de la fábrica inteligente.

La información sobre el estado de las órdenes de fabricación y tareas planificadas, así como de las incidencias y paradas producidas, saber dónde se encuentra cada empleado y qué está haciendo, y poder comunicarse con ellos en tiempo real y desde cualquier sitio, facilita la gestión de prioridades y cargas de trabajo a los responsables de producción

La interacción entre la tecnología operativa de las plantas de producción, sensores, maquinaria, la tecnología de información y las personas que los llevan a cabo, ha de ser versátil, de forma que se elija el dispositivo de soporte más adecuado para cada uso. Los wearables, son dispositivos que permiten la interacción de forma sencilla. Relojes o gafas inteligentes permiten que el empleado conectado tenga las manos libres y pueden ser necesarios para un gran número de puestos.

Otra de las grandes ventajas de las tecnologías Wearables, la Realidad Aumentada y el Internet of Things es que fomentan y propician el trabajo colaborativo. Tanto entre expertos de la propia compañía como entre expertos de distintas compañías, que en ocasiones se encuentran a kilómetros de distancia.

Un claro ejemplo de esta colaboración es el Soporte remoto experto o El Experto conectado, un software capaz de conectar personas mediante vídeo en tiempo real permitiendo el trabajo en remoto gracias a su alto grado de interacción. El Experto remoto conectado señaliza objetos sobre vídeo, de forma que el equipo de campo puede acometer cualquier tipo de actividad guiado por el equipo experto situado a kilómetros de distancia, incluso sobre procesos que exigen la máxima precisión y exactitud, pues es posible que el experto haga zoom, o visualice varias cámaras al mismo tiempo.

El Soporte Remoto Experto, puede usarse con distintos dispositivos. En ocasiones, el equipo de campo necesita trabajar con ambas manos, en ese caso, las gafas inteligentes son el medio de conexión más adecuado.

El Soporte Remoto Experto está aplicándose en la industria del automóvil en varias áreas: asegurando los procesos de seguridad y salud, asegurando la homogeneidad de los procesos de fabricación, facilitando el mantenimiento e incluso como servicio post venta para la atención personalizada a clientes premium.

En el caso del servicio post venta, el fabricante ofrece como servicio premium adicional a su red de talleres oficiales o concesionarios la posibilidad de asesoramiento remoto por parte de los expertos de la marca. Gracias a este servicio, los talleres o concesionarios reducen el tiempo de atención a sus clientes aportando un elemento diferenciador frente al resto del mercado.

El trabajo cooperativo a través de estas nuevas tecnologías reduce dramáticamente los costes operativos, evitando viajes y desplazamientos, disminuyendo el tiempo de puesta en el mercado, reduciendo tiempos de parada ante una avería o reparación y favoreciendo la formación de equipos de trabajo deslocalizados y el intercambio de conocimiento y buenas prácticas.

La digitalización de la industria es una realidad que está convirtiendo a las fábricas en verdaderos aliados de la innovación. La interconexión de los sistemas y las personas hace que surjan nuevas formas de trabajo que favorecen las innovaciones gracias al aprovechamiento de las mejores prácticas, la conversión de datos en acciones y el aprendizaje de los procesos.